Podríamos dar una larga lista de problemas de las empresas familiares, tratando de jerarquizar la más relevante, llegamos a un consenso que “la continuidad” es definitivamente lo que aqueja negativamente a las empresas más familiares de las menos familiares. “No puede hablarse de rentabilidad en la empresa familiar si primeramente no decidimos cual será la ubicación real de nuestra empresa familiar a largo plazo”, antes de tomar cualquier decisión de invertir o no; de acceder a una nueva línea de negocio, de fusionar, etc. En resumen cualquier toma de decisión con impactos grandes en nuestra empresa familiar, debe estar siempre relacionada con la visión de nuestra empresa familiar.
La segunda visión de empresa familiar, es “una visión de dirección familiar”, que pone de manifiesto un “grado de profesionalización” que reemplaza a la empresa familiar de trabajo familiar en “relacionar” actitud y aptitud de los integrantes de la familia para trabajar, y también optar por profesionales no familiares para la gestión de la empresa familiar
La tercera visión de empresas familiares; es tener “una visión que la empresa familiar es coyuntural”, y que responde a circunstancias que “no estamos comprometidos con la continuidad”, un ejemplo; vendría ser cuando los hijos reciben una empresa familiar en la cual no existió un grado de compromiso de unidad familiar y empresarial, prima sobre la decisión el obtener solamente un beneficio económico de “vender la empresa familiar”.
La cuarta visión de empresa familiar; y lo que mayoría de empresas familiares buscan de manera continua es el tener una “visión de empresa familiar de inversión”, es el resultado de continuar con la empresa familiar, relacionados con su propiedad, su gestión y la familia. Es un compromiso de por vida por nuestra empresa familiar.